Cuando finalmente dejé la profesión abandonécaí en un profundo agujero. Los trabajos de ensueño y el fracaso no se llevan bien. Me tomé un tiempo libre, que es probablemente cuando empezó mi verdadera búsqueda: Para mí. Por una vida adecuada para mí. Actualmente, me asomaba a un mundo completamente sin sentido que no tenía nada que darme. Y me preguntaba si yo tenía algo que darle. Finalmente, acabé literalmente de rodillas, al final de mis respuestas, rezando, pidiendo con fervor apasionado: "¡Dime, muéstrame (en aquella época todavía no me era posible pronunciar la palabra "Dios" sin tener arcadas ) qué quieres de mí, cuál debe ser mi vida, cómo quieres expresarte a través de mí!".

La respuesta no se hizo esperar. En forma de un amigo que me visitó para desayunar y me confió un problema importante. Obviamente, le acompañé excelentemente en su proceso. En fin, él me envió una amiga, ella me envió otra amiga y en pocos meses yo estaba dando sesiones diarias en mi casa.

Con el tiempo, esto me dio uno de mis dones: La capacidad de leer a la gente, de reconocer y sintetizar conexiones más profundas y una intuición instintiva.

Y me dio una profunda alegría permitir a la gente ser capaz de resolver algo por ellos y con ellos, acompañarles a través de procesos emocionales profundos.

Al mismo tiempo, empecé a incursionar en los negocios. Para ganar dinero, pero también porque quería tener una perspectiva algo más amplia de este mundo después de este nicho artístico tan específico. Empecé como agente de un centro de llamadas, creé un departamento de recepción de llamadas, elaboré materiales de formación, me asignaron a la gestión creativa de calidad en el siguiente centro de llamadas, hice marketing en una agencia de publicidad y coroné esta parte de mi viaje terrenal de investigación con mi trabajo de dos años como especialista en desarrollo empresarial para la oficina europea de un estado de EE UU.

Concluida esta tarea, estamos ya en 2006, estaba desilusionado. Pero despierto. Cuando empecé este trabajo, cuya principal tarea consistía en abrir las puertas del equipo del proyecto de EE.UU. a directores generales y consejeros delegados de empresas europeas para que vendieran el polígono industrial del estado de EE.UU. para su expansión, era un ingenuo.

Pensé que ahora podía marcar la diferencia a mayor escala. A este nivel, la economía mundial es algo así como un generoso negocio entre amigos. Me equivocaba. La economía mundial es la guerra: se trataba de "Aliados" y "Competidores" y "Estrategias Agresivas". Y aprendí que nadie acaba en un cargo político importante si antes no se ha hecho chantajeable y sobornable. Eso fue lo más cerca que estuve del agotamiento. Mi definición de burn-out: Quemarse por el mal | ajeno | sin valores.

A partir de aquí, empecé a cuestionarlo todo. Sobre todo y de forma más constante a mí mismo.

Y pensé, si el estrés, entonces sólo para mí y una actividad con la que me identifico al 100%.

En primer lugar, me hice cargo de la gestión del foro "Economía y Espiritualidad" en XING, con 5000 miembros en aquel momento, y organicé mesas de asiduos en 8 ciudades de D-A-CH. Tras mi experiencia en la oficina europea, tuve la impresión de que la economía mundial necesitaba urgentemente espiritualidad: valores, pensamiento centrado en el nosotros, sentir y actuar, atención plena y sensibilidad, respeto por los seres vivos y la naturaleza... todo eso. También quería saber qué motiva exactamente a la gente a querer unir estas dos "disciplinas".

Y comencé mi proceso de coaching "Encuentra tu Misión" para ofrecer. La herramienta que capacita a las personas para vivir una vida plena y satisfactoria que refleje sus valores más elevados y les permita aportar sus dones a la gente de la mejor manera posible. Una vida que ya no les obliga a comprometerse y les hace congruentes consigo mismos a todos los niveles.

Por cierto, desde el año 2000, desde el amigo de la mesa del desayuno, siempre había llevado mi actividad de transformación del cambio de coaching en paralelo. En trabajo individual y en grupo. Y he seguido numerosos cursos de formación al respecto (véase más abajo).

En 2012, una enfermedad me obligó a cambiar de rumbo de nuevo.

Mi primera salida invernal fue en Tenerife, donde el Guerrero me encontró.

Finalmente, en abril de 2016, recibí una especie de llamada interior: disuelve tu vida en Alemania, haz el Camino Santiago con tus perros y luego vive en Tenerife. En agosto de 2016 emprendí mi viaje. Y desde febrero de 2017 vivo permanentemente en Tenerife.